Instituto Galene

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diciembre 6, 2018 ·

¿Qué hacer para manejar el estrés?

Qué es el estrés

El estrés es el agotamiento mental que sentimos como muestra de que nuestro sistema emocional interno se está viendo exigido en exceso, es decir, más de lo que los recursos internos pueden gestionar en ese momento. No tiene nada que ver con la realidad objetiva que pueda estar viviendo la persona que sufre estrés, sino con cómo percibe de amenazante esa misma realidad. El estrés nos genera malestar físico y emocional. De hecho cuando se convierte en estrés crónico y se mantiene a un nivel alto durante un periodo de tiempo largo, es cuando veremos las consecuencias del estrés en la salud, ya que nos puede generar enfermedades físicas y mentales. En éste caso, dependiendo de su intensidad será necesario tratamiento psicológico y/o farmacológico.

Teniendo en cuenta todo esto, no es de extrañar que veamos al estrés como un enemigo.

Cómo manejar el estrés

Kelly McGonigal, psicóloga de la salud y ponente de la universidad de Stanford, después de hacer varias investigaciones sobre el estrés, propone un cambio de perspectiva que le da un giro al tratamiento del estrés.

En vez de ver al estrés como un enemigo, nos invita a acogerlo como un amigo. Entre muchas otras cosas explica que, si demonizamos al estrés, éste empeora sus síntomas y tiene un efecto más dañino en nuestra salud integral. Para ello es importante conocer los principales síntomas del estrés para tener una mayor consciencia.

Síntomas de estrés:

Síntomas físicos de estrés: pueden contemplar un amplio abanico de sensaciones corporales siendo las más frecuentes la aceleración de la respiración, opresión en el pecho, palpitaciones o sequedad de boca entre otros muchos.

Síntomas cognitivos del estrés: normalmente suele presentarse con falta de concentración, rumiación y pensamientos catastrofistas.

Estrés emocional: contemplamos al estrés o lo que comúnmente llamamos nervios dentro del espectro de la emoción del miedo. De hecho, muchos de los síntomas descritos anteriormente son comunes a cuando experimentamos miedo sin que esté relacionado con estrés. Pero ni estrés y miedo son lo mismo, ni tampoco estrés y ansiedad son el mismo concepto. Es importante diferenciar sus matices.

Según McGonigal, las personas que consiguen aprender a poner estos síntomas al servicio de lo que quieren hacer, no solamente disminuyen la intensidad de los síntomas del estrés, sino que éstos se convierten en herramientas poderosas para mejorar su bienestar general.

Esta visión de acoger el estrés, hacerlo tu amigo, entenderlo y escuchar que tiene que decirte, es una visión que congenia totalmente con la terapia Humanista Integrativa que realizamos y es parte del tratamiento que ofrecemos en relación con el estrés en el Instituto Galene. Por esta razón te contamos a continuación las maneras en la que te puedes hacer amigo de tu estrés.

Cómo combatir el estrés: 5 Maneras de hacerte su amigo

Tener en cuenta y practicar estas 5 maneras para ser amigo de tu estrés forma parte de su tratamiento.

1. ¿Por qué tengo estrés? Entender su función.

¿Para qué sirve el estrés? Dentro de un orden el estrés es bueno ya que tiene una función reguladora en nuestro organismo, nos ayuda a ponernos en acción, a generar energía para realizar actividades, nos pone en alerta cuando percibimos un peligro y nos ayuda a estar focalizados. Así que el estrés puede resultar muy beneficioso para las personas.

¿Entonces, por qué puede ser dañino para nosotros? El estrés se vuelve problemático cuando se mantiene demasiado tiempo haciendo que nuestro organismo se quedé fijado en un nivel de activación demasiado alto para lo que necesitamos hacer, sentir o pensar.

De tal forma que el estrés tiene una buena intención para con tu cuerpo, quiere ayudarte a activarte. Puedes preguntarte ¿Para qué necesito yo seguir activado y en tensión más tiempo del necesario?

2. Identifica los síntomas del estrés

Tomar consciencia de cómo se expresa el estrés en ti es crucial, de hecho es el primer paso para profundizar en su tratamiento. Cada persona es diferente y somatiza de distintas formas por lo que te animamos a identificar aquellas sensaciones corporales, mentales o emocionales que estén relacionadas con picos de estrés.

Cuando te haces consciente de cómo reacciona tu cuerpo es más fácil identificar qué pensamientos tienes en momentos de estrés y qué emociones sientes. La emoción más asociada al estrés es el miedo, por esa razón nuestro cuerpo reacciona con signos de alerta y activación. Conocer bien tus síntomas te ofrece la posibilidad de actuar sobre ello.

Aduéñate de tu cuerpo y para no perderte en la sensación de estrés.

3. Escucha al estrés ¿Qué necesidad hay detrás?

Atender las necesidades que hay detrás es un núcleo primordial para saber cómo manejar el estrés. Si aparece, imagina que es una luz que se enciende en el cuadro de mandos del coche, avisando que pasa algo (No hay gasolina, está goteando el aceite, hay una puerta abierta etc.). Bien, pues el estrés es igual te avisa de que te pasa algo. Cuando sientas que aparece el estrés pregúntate ¿Qué me pasa, ¿qué es lo que necesito? El estrés puede ser un síntoma de cansancio, de preocupación, de malestar emocional, de necesidades pendientes no satisfechas o de decisiones no tomadas.

De esta manera podrás atender a esa necesidad y encontrar una manera para satisfacer esa necesidad que puede ser física, emocional y/o relacional.

4. ¿Por qué el estrés es malo?: NO CRITIQUES A TU ESTRÉS NI A TI MISMO

Si tienes una actitud crítica y desvalorizarte ante tu estrés, no favorece la mejoría ni la disminución de sus síntomas. “Esto es negativo” “No me sirve para nada” “Así no voy a poder hacer nada” “Sentirme así es malo”, conviertes a tu estrés en tu enemigo. Mientras que si te dices a ti mismo “Me estoy poniendo nervioso, voy a escuchar que me pasa” “¿Cómo puede utilizar esta activación física en mi beneficio?” “Voy a escuchar que me sucede, es natural que mi cuerpo y mi mente me avise cuando me pasa algo”. De esta manera no luchas contra el estrés, más bien te reconcilias con él y así podrá ir calmándose.

5. El mejor antiestrés: APRENDE A CUIDARTE

Aprender a hacer todo esto puede ser difícil hacerlo solo, por esta razón acudir a terapia puede ser la oportunidad para tratar tu estrés y aprender a ser su amigo. Un profesional de la relación de ayuda, ya sea psicoterapeuta o counsellor, puede acompañarte en este aprendizaje y descubrimiento de ti mismo.

Aquí en el Instituto Galene estaremos encantados de recibirte y ayudarte a la reconciliación con tu estrés.

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