Amor, qué es y para qué sirve

Qué es el amor y qué no lo es

En el caso del amor, hay tantas confusión que lo primero es aclarar lo que no es amor.

• • No es la emoción que sentimos únicamente por nuestra pareja.
  • No debe doler, de hecho, si te hace sufrir no es amor.
  • No es rosa, ni rojo, ni de ningún color en concreto.
  • No es cursi.
  • Ni tampoco es cena de romántica con velas.
  • Ni vestidos de etiqueta.
  • Ni algo glamuroso
  • El miedo a la posible pérdida tampoco es necesariamente amor.
    
    

Como ves, en lo que no es amor están muchos de los modelos incorporados por novelas o películas, muchas de ellas infantiles. Y de hecho, si te fijas, existe toda una industria que se sostiene gracias a esta idea de lo que es el amor.

El amor que sentimos los seres humanos es una de las emociones más importantes ya que nos permite vincularnos a otras personas, otros animales e incluso a objetos, y gracias a ello, nos mantiene vivos.

Dicho de otro modo, es la emoción que hace que nos relacionemos y nos queramos.

En este sentido, encontramos que el amor es la emoción presente en las relaciones

• • • Familiares.
    • De amistad.
    • De pareja.
    • De trabajo: Es lo que nos permite quererlos y admirarlos.
    • Con animales: Por ejemplo, lo que sentimos por nuestro perro o gato, es amor.
    • Con objetos: Cuando un domingo por la mañana ves a un señor repasando el coche para que quede impoluto, o sufriendo ante el primer arañazo.
      
      

Obviamente, entre los ejemplos anteriores va a variar la intensidad en la que lo sintamos y, a través de la racionalización podemos decidir priorizar a unas relaciones sobre otras. Dicho de otro modo, aunque todos los vínculos que nos unen en relación son por el «efecto» del amor, hay relaciones más importantes que otras.

En todos estos casos estaríamos hablando de amor horizontal, pero como dijimos en el artículo de las emociones básicas, lo que une la relación entre padres e hijos es Amor, en este caso vertical… y lo que hay entre hermanos también es amor dentro de una relación que llamamos mixta, porque puede comportarse como horizontal o vertical según la situación.

Si nos detenemos un momento podrás ver el lío que tenemos como sociedad alrededor del amor porque nos han mezclado una emoción con unas normas sociales e intereses económicos que producen una gran distorsión.

Cuando hablamos de emociones es muy importante mirar hacia adentro, porque las emociones nos sirven para enterarnos de lo que pasa afuera. Pero si no estamos atentos, nuestra lectura de la realidad va a estar sesgada porque no queremos menos si decimos No a algo que no queramos hacer, o si vamos contra las normas sociales.

Cuál es el proceso de amar

Para amar es necesario un proceso en el que el vínculo se va estableciendo poco a poco. Es fácil de entender cuando nos ponemos a ver lo que sentimos por un desconocido o por un amigo íntimo. Son seres humanos igual pero nos despertarán emociones muy diversas…

En el proceso podemos establecer cuatro pasos importantes.

Te conozco: en un primer contacto nos estaremos conociendo e inevitablemente para ello, vamos a activar gran cantidad de mecanismos de defensa. No sabemos quién es la otra persona por lo que, a nivel inconsciente, sentiremos la necesidad de protegernos en mayor o menor medida.

Te entiendo: conforme seguimos fortaleciendo el vínculo, iremos ganando confianza y podremos conectar con el otro y empatizar.

Te acepto: en el siguiente punto estará el paso de aceptación. Ahí sabremos que podemos ser diferentes pero, la emoción es suficientemente fuerte para poder aceptar a la otra persona tal cual es.

Te quiero: cuando hemos alcanzado la suficiente intimidad podremos sentir amor por la otra persona. Algo que, por otro lado, solemos tener gran dificultad para hacer, por los mensajes limitantes que recibimos en la infancia, de los que hablamos más adelante.

Como se expresa el amor

El la sociedad occidental en la que vivimos, hemos aprendido que el amor se expresa mediante lo material y eso es un tremendo error.

El amor se expresa mediante la relación, el contacto y la intimidad.

Una conversación en la que poder ser nosotros mismos, un beso, un abrazo, unas caricias, compartir una noticia y celebrar juntos, el sexo…. Todos ellos son ejemplos de expresar amor.

Expresión patológica

Ahora sí, como pasa con todas las emociones, el amor se puede expresar de forma adecuada y sana pero también podemos caer en expresarlo de una forma más inadecuada, según la situación, o directamente insana, en el caso de que hagamos daño a alguien o nos lo hagamos a nosotros mismos.

Supongo que habrás visto situaciones en las que el vínculo se utiliza para manejar y manipular a la otra persona. Muchas veces a través de lo que llamamos chantaje emocional.

El amor es la emoción complementaria al miedo y por lo tanto lo que sentiremos cuando nos muestran la más mínima posibilidad de que el vínculo se rompa será miedo. Ese tipo de juegos hay que evitarlos a toda costa, y si nos intentan meter en ellos hay que salirse en el momento. La fantasía es que si acepto dejaré de sentir miedo y continuaré en relación, pero no funciona así porque el amor no sería la emoción predominante.

Expresión sana

Como Forma sana de expresar amor puede ser la espontaneidad, la intimidad, la confianza o el contacto físico entre millones de millones de ejemplos…

Aquí es donde cobra especial importancia el concepto de amor incondicional. En terapia, cuando trabajamos en el Instituto Galene con nuestros pacientes, la relación que se establece es de confianza y de amor incondicional. A través de ello podremos ir accediendo a experiencias dolorosas e ir sanando las heridas emocionales que se produjeron en el pasado para que no dificulten la vida actual de la persona.

Igual de maravilloso es poder expresar amor cuando cada uno quiera como negativo es forzar a alguien a hacerlo sin que le apetezca. Especialmente vulnerables en este tema son los niños a los que permanentemente les estamos diciendo cómo deben expresar amor, quieran o no. Éste podría ser uno de los errores iniciales para aprender a expresar amor de una forma sana y adecuada.

Como lo siento en el cuerpo

Existen numerosas formas de sentir amor, todas ellas válidas…

Puede sentirse como…

Paz interior: cuando estamos en sintonía con lo que estemos viviendo…

Nerviosismo: con palpitaciones, algo de temblor, cosquilleo o las famosas mariposas en el estómago..

Plenitud: desde la tranquilidad de la confianza de que está bien o de que saldrá bien..

En definitiva, corporalmente podernos percibir el amor en muchas zonas, como cara, tórax, abdomen… Y también de muchas formas.

Aprovecho para animarte a que estés pendiente de tu cuerpo para empezar a ser más consciente. Para ello, cada vez que sientas amor puedes preguntarte… y yo ¿cómo y dónde lo siento?

Mensajes limitantes alrededor del amor

Como en el resto de aspectos que incorporamos de nuestros padres, pueden existir mensajes limitantes sobre el amor que suelen ser el resultado de experiencias que nada tienen que ver con nosotros.

Así, mensajes de no te enamores porque te harán daño, o no te abras a los demás porque pueden traicionarte son dos ejemplos de cómo podrían habernos transmitido mensajes limitantes que pueden estar dificultando que establezcamos vínculos con los demás.

Así que te invito a explorar el amor, tanto horizontal como vertical. Que te permitas sentirlo y expresarlo sin miedo a lo que piensen los demás. Prueba a relacionarte «como si la ruptura del vínculo fuese imposible» o «como si tu autoconcepto no estuviera en juego», ya que te va a permitir disfrutar más de las relaciones con los demás.

Amor hacia uno mismo

Algo esencial para mantener una buena salud emocional es el amor hacia uno mismo, «como me amo yo».

Cuando nos olvidamos de nuestras propias necesidades, de cuidarnos y valorarnos, casi con total seguridad, presentaremos multitud de síntomas y problemas impidiendo que seamos felices.

El amor hacia uno mismo está muy mal visto por la confusión que solemos tener, ya que lo solemos relacionar con el egoísmo y el narcisismo. Dicha confusión viene por el lío generalizado que tenemos respecto a las emociones y, en este caso, tiñe al amor propio en elementos tóxicos y dañinos que nada tienen que ver con la realidad.

El amor hacia uno mismo, no implica creerse superior, ni pensar en uno mismo dando igual los demás. Todo lo contrario, porque cuando realmente nos queremos, dejamos de percibir tan amenazantes a los demás, dejamos de competir para colaborar y cooperar. Si tenemos claro que somos personas «valiosas» no dependeremos tanto de que nos lo hagan saber, por lo que dejaremos de buscar la aprobación y el alago ajeno.