Aprendí a caminar en un pueblo de La Mancha, donde me imbuí del idealismo de D. Quijote y del realismo de Sancho, dos polaridades que intento integrar en mis decisiones, aunque no siempre lo consiga con éxito.

He vivido en diferentes ciudades y he podido conocer y convivir con personas de muy diversas nacionalidades, lo que me ha enriquecido como persona y me ha hecho más agradecida no solo con lo que nos une, sino sobre todo con lo que nos diferencia.

Hay dos grandes vocaciones en mi vida, la psicoterapia y la formación, íntimamente unidas por lo que ambas tienen de acompañar procesos de crecimiento. Me gusta mucho mi trabajo y procuro vivirlo en coherencia con mis valores. Me siento responsable de cuidar mi vida y de acompañar a los demás a mejorar la suya gracias a los recursos con los que cuento y con los que cuentan, pues creo que no hay fuerza más transformadora que la de una persona feliz consigo misma y en equilibrio con el mundo.

De mis éxitos y fracasos he aprendido la importancia de ser auténtica y honesta con una misma, de quererse bien y respetarse, y esto es lo que ofrezco a las personas a las que acompaño: un espacio en el que puedan sentirse comprendidas y respetadas, acogidas incondicionalmente.

No tengo recetas milagro ni soluciones rápidas, sino que creo en ti y en que tú tienes la capacidad de encontrar tus propias respuestas, aunque hoy haya mucho dolor en tu vida, y a eso es a lo que quiero acompañarte. Para ello te ofrezco un espacio de escucha, de reflexión y de trabajo personal en el que podrás sanar heridas emocionales, aprenderás a poner límites y a cuidarte bien, y a crecer en todo aquello que necesites para sentirte mejor con tu vida.

Carmen
Colegiada Nº.: M-15075