Antes de ir al psicólogo por primera vez, cuando empieza a pasar por mi cabeza la posibilidad de buscar ayuda al encontrarme en una situación que requiere una solución. En principio se me escapa la posibilidad de resolverlo sin ayuda, pienso quién me podría echar una mano y por eso acude a mi mente la idea de pedir ayuda a un psicólogo.
Claro que no es específicamente un psicólogo el profesional que me puede ayudar, es más un psicoterapeuta, que en muchos casos es un psicólogo, en otros un médico, y que posee un aprendizaje y una experiencia profesional para acompañarme a recorrer el camino que me lleve a descubrir yo mismo mi propia solución.
No voy a recibir consejos, no voy a recibir decisiones tomadas por alguien, nadie me resolverá mi problema. El psicoterapeuta me acompañará mediante una relación terapéutica protectora, segura y sólida donde me podré apoyar para descubrir el camino que me lleve a la resolución de esa situación conflictiva que me hizo pedir ayuda.
La búsqueda de un psicólogo
Tradicionalmente en la búsqueda de un psicólogo o un psicoterapeuta se ha pedido ayuda a alguien del entorno para que te recomienden a algún profesional de confianza. Ese puente de confianza ha servido para facilitar los primeros momentos de la relación de ayuda. Yo confío en mi amigo y él confía en este psicoterapeuta. Esto me permite iniciar la relación de forma más protegida. Después ya se establecerá la relación terapéutica en absoluta confianza entre los dos sin necesitar de ayudas externas.
En pleno siglo XXI, esto ha cambiado. Lo primero que se me ocurre es meterme en Google y teclear psicólogo Madrid. Curiosamente esa es una de las búsquedas más utilizadas por las personas que buscan ayuda en temas psicológicos. Psicólogo y mi ciudad, porque habitualmente buscamos un psicoterapeuta que pase consulta en la misma ciudad donde vivimos y mejor si está cerca de mi casa y de mi trabajo, pero eso no siempre es posible. Afortunadamente ahora podemos hacer psicoterapia desde cualquier sitio donde estemos, gracias a la tecnología. La terapia a distancia a través de Skype o cualquiera de las plataformas que nos ofrecen videoconferencia instantánea y gratuita, es igual de efectiva que si se hace de forma presencial aunque falta la calidez del contacto en persona. Cada día se hace más, sobre todo para las personas que por su lugar de residencia no tienen un acceso fácil a un psicoterapeuta de calidad y mucho mejor, de confianza.
Ahora entramos en la información global y cuando necesitamos de alguna información entramos en Google o en otro navegador y la tenemos. Podemos conseguir ese puente de confianza a través de lo que nos muestra la Red. Podemos buscar información de psicólogos o psicoterapeutas, sus currículos, lo que han escrito o los videos que han grabado y verlos en YouTube o en cualquiera de las otras plataformas de la Red.
Podemos saber si conectaríamos con él o con ella a través de toda la información a la que tenemos acceso a través de internet. Exploraremos diferentes webs para saber lo que ofrece cada Instituto de Psicoterapia, cómo trabajan, quienes son, dónde están y qué ofrecen. Leyendo o viendo videos tenemos la posibilidad de descubrir qué enfoques de psicoterapia existen y cual encaja más con nuestra forma de entender el mundo. Toda esta información nos podrá ofrecer esa confianza necesaria para dar los primeros pasos. Podemos elegir al psicoterapeuta a través de toda esa información sin haber hablado todavía con nadie. Entonces, buscaremos el número de teléfono y haremos la llamada.
Cuando iniciamos la primera sesión de psicoterapia y nos encontramos por primera vez con nuestro psicoterapeuta, el proceso ya lleva en marcha un tiempo considerable y comenzará a dar sus frutos enseguida.
Ahora te deseo suerte en tu búsqueda.