Si ir al psicólogo para hacer terapia significa empezar a dar los pasos para llevar una vida más plena, para dejar de sufrir por aquello que hayamos sufrido en el pasado, mayoritariamente podríamos concluir que el momento de empezar tu terapia es ahora. Pero curiosamente esto no sucede así, en la mayoría de los casos esperamos a rebasar ciertos límites de síntomas para tomar la decisión de empezar un proceso de psicoterapia.
Por tanto, saber cuando ir al psicólogo resulta esencial para no perder tiempo y pasarlo mal innecesariamente.
Pero sabiendo que estás leyendo este artículo, ya tienes una parte del camino andado porque significa que estás buscando soluciones a aquello que te sucede.
Como ya hemos dicho anteriormente desde el Instituto Galene es importante no confundir lo que significa ir al psicólogo con ir al psicoterapeuta. Puede haber psicólogos maravillosamente formados en psicoterapia y psicoterapeutas que no sean psicólogos, cómo es mi caso y el de otros compañeros del Instituto Galene, que somos médicos psicoterapeutas.
Es decir que lo que te recomiendo es buscar un psicoterapeuta formado en el modelo que más encaje contigo. En nuestro caso, todos los psicoterapeutas del Instituto Galene trabajamos desde la Psicoterapia Humanista Integrativa (puedes leer más sobre el modelo pinchando el enlace). Estamos dentro de las llamadas Psicoterapias Humanistas, cuya descripción sencilla te dejo en el siguiente vídeo.
Pero existen psicoterapeutas que trabajan desde otros modelos que puede que te interese mirar. Para ello te recomiendo que acudas a la página de FEAP (Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas) y busques un profesional acreditado.
Así que de aquí en adelante, cada vez que leas en este artículo psicólogo me estaré refiriendo a psicoterapeuta. Lo sigo nombrando psicólogo porque la mayoría de las búsquedas se hacen con ese término (porque normalmente se desconoce lo que hemos explicado anteriormente).
Existen numerosas razones para acudir a terapia, puede que una por persona, pero sí existen ciertos signos de alarma que te animamos a no esperar a que se resuelvan solos…
Es probable que los problemas no desaparezcan solos así que hacer como si nada es una mala opción.
Si algunas de las situaciones que te expongo a continuación te suena a algo que te pase a ti, te animo a no perder más vida dándole vueltas, coge el teléfono y llama a un psicoterapeuta del modelo que más te guste, ¡pero hazlo!
Si sigues pensando que haciendo lo mismo que siempre vas a cambiar los resultados, parece obvio que no va a funcionar. Para los psicoterapeutas, eso que te estaría pasando se llaman mecanismos defensivos, y contrariamente, en este caso, lejos de cuidarte te impiden hacer los cambios que necesitas.
Ir al psicólogo por estrés
En ocasiones entramos en dinámicas que nos impiden vivir tranquilamente en el presente. Vamos recibiendo diferentes estímulos que activan mandatos, impulsores y otros elementos de nuestro mundo interno herido que nos van metiendo poco a poco en la vida que, en realidad, no queremos…
Obviamente todo el proceso se va larvando de forma inconsciente y llega un momento que el estrés aparece.
En ocasiones puede suceder que haya un evento claro que suponga un reto para nuestro sistema emocional pero, en la mayoría de las ocasiones, lo que va a suceder es que el estrés aparezca tras ir acumulando innumerables pequeños estímulos que impactan en alguna herida.
Al final, lo que hace que nos encontremos donde estamos actualmente son el cúmulo de decisiones que hemos ido tomando a lo largo del tiempo. Si no las hemos tomado desde nuestro lado sano, nos habremos ido alejando de donde nos gustaría estar, sólo porque estaremos intentando protegernos del miedo. Y estarás de acuerdo conmigo que no parece la mejor forma, pero ten claro que tú y todos, en alguna ocasión lo hemos gestionado así.
Cuando se convierte en algo vertebral, llega un momento que nuestro sistema emocional no puede «protegernos» más y pasa a «avisarnos». Algo que va a hacer como buenamente sabe, que es produciendo síntomas… En éste caso, va a hacernos sentir estrés.
Así que, como sistema de alarma que es, por mucho que intentemos silenciarlo, si no atendemos el origen no estaremos mejorando. En el momento que dejemos de tapar el síntoma, si no hemos trabajado en el origen, volverá a aparecer.
Ir al psicólogo por celos
La palabra “Celos” tiene diferentes acepciones pero, la que en el contexto del presente artículo nos interesa, según la RAE es la siguiente:
Sospecha, inquietud y recelo de que la persona amada haya mudado o mude su cariño, poniéndolo en otra.
Cuando estamos en relación, porque no solo se produce en la pareja, podemos contactar con una intensa sensación de miedo a dejar de estarlo, es decir, a que la relación se rompa.
Cuando esto sucede suele ser porque lo que sucede para la persona que siente celos, internamente es mucho más que una posible ruptura de una relación entre adultos.
Desde la Psicoterapia Humanista Integrativa entendemos el miedo al abandono como el más profundo que tenemos y, si la realidad toca con él, el pensamiento y la acción que llevaremos a cabo serán consecuentes, es decir que, aunque desde fuera nos parezca una actitud sin sentido no lo es, tiene sentido pero desde la parte menos sana del sistema emocional de esa persona.
Esto no quiere decir que, si eres su pareja, debas aceptar este tipo de conductas producidas por los celos, todo lo contrario.
Las personas celosas, para dejar de serlo, necesitan curar sus heridas emocionales profundas.
Únicamente a través de un proceso de terapia profundo podrán vivir con menos miedo a la traición o al abandono.
Lo primero que debe suceder es que en el contexto de la relación reciba límites claros de lo que sí puede pedir y de lo que no.
Muy posiblemente, cuando le pongamos ese límite la reacción inicial sea defensiva e intente desacreditar el límite. Saber esta posible reacción nos ayuda a gestionarlo mejor.
Si es una persona con la que se pueda dialogar y que quiera mejorar su vida, siempre fuera del momento de celos, será buena la recomendación de la psicoterapia.
Ir al psicólogo por una ruptura
Como he comentado en la primera parte del post, aunque lo ideal fuese ir a terapia como forma de mejorar nuestra vida, la realidad es que solemos necesitar de un impacto emocional para dar el paso.
En muchas ocasiones se produce tras una ruptura de una relación de pareja. Los procesos de duelo movilizan heridas internas de diferentes ámbitos por lo que puede llevarnos a sentirnos en crisis vital.
Como hemos hablado de forma detallada en el artículo «como superar una ruptura de pareja», en esta ocasión simplemente te remito a él para seguir leyendo y que te puedas permitir dar el paso de pedir ayuda profesional si sientes que la necesitas.
Ir al psicólogo por un problema de salud
Cuando nos encontramos ante un problema de salud real o que creemos real, nuestra mente es fácil que pase a modo supervivencia. Esto pasa como respuesta a un estímulo que pone en riesgo el bienestar o la vida de la persona.
Es posible que la reacción sea desproporcionada a lo que realmente esté sucediendo, es decir, que entremos en modo supervivencia sin estar realmente en riesgo.
En cualquier caso, el reto será gestionar el miedo presente en la persona, tenga razones justificadas o no.
En personas que están muy preocupadas por su salud y que encuentran motivos recurrentes para estar asustadas estará indicada la realización de un proceso de terapia para trabajar desde el origen.
Normalmente lo que sucede es que, en la preocupación por la salud, estarán depositando parte de su miedo profundo y hasta que no vayan resolviendo las causas de origen no mejorarán de forma estable.
Otra de las situaciones en las que estará indicado la realización de un proceso de psicoterapia será al recibir un diagnóstico de alguna enfermedad grave. En éste caso es normal tener miedo ya que hay algo que puede poner en riesgo nuestra vida. En éstas situaciones, no se suele realizar un proceso de terapia profundo ya que lo primero es atender el presente de la persona. Una vez superada la enfermedad sí que se podría ir más al origen para trabajarlo como en los demás casos.
Ir al psicólogo por incapacidad para disfrutar
Si has dejado de disfrutar las actividades con las que antes sí lo hacías, puede estar indicando que algo en tu interior lleva tiempo funcionando mal. Y digo tiempo porque no es algo que pase de un día para otro. Se suele ir entrado poco a poco en dinámicas en que el mundo emocional no reacciona como lo hacía, provocando que perdamos el interés en lo que hasta ahora nos encantaba.
Cuando hablamos de la dificultad para disfrutar sabemos que puede haber una enorme cantidad de causas, y no es objetivo de este post su abordaje, pero lo que también sabemos es que la vida sin experiencias emocionales está muy lejos de ser lo placentera, interesante y estupenda que todos queremos y nos merecemos.
Así que, sepas o no lo que te ha llevado a donde estás ahora, no es lo importante en este momento, lo importante es qué quieres hacer a partir de ahora.
Cuando llevamos mucho tiempo con las emociones anestesiadas, inicialmente la idea de sentir puede resultar demasiado intensa y por ello dar cierto miedo. Pero te animo a explorar y dar el primer paso que te acerque a la vida que quieres. Una vida intensa en la que la alegría, el amor, el poder e incluso otras emociones más desagradables estén presentes.
Ir al psicólogo por Traumas psicológicos o Traumas emocionales
Un trauma resulta tanto porque hayas sufrido recientemente un miedo de gran intensidad (una agresión, violación, atraco, secuestro etc) o porque te has sentido incapaz de manejar un peligro real o potencial. Pero si además sumamos que el hecho traumático se haya producido durante la infancia y adolescencia en forma de cualquier tipo de abuso (físico, emocional y/o sexual), violencia doméstica, suicidio de un ser querido, etc. el impacto interno será muchísimo mayor, pudiendo conducir a trastornos mentales y físicos crónicos.
De hecho, existen estudios que relacionan los traumas infantiles con la aparición enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad o el abuso de sustancias…
Si sufriste un trauma en el pasado a nivel emocional y se te interpone en el día a día, ir a terapia puede cambiarte la vida y casi seguro lo hará.
Ir al psicólogo por Aislamiento social
Si lo que te da miedo es relacionarte, ¿cómo vas a empezar una terapia basada en la relación terapéutica como la que realizamos en el Instituto Galene?
Muy sencillo… Porque es justo lo que te puede permitir empezar a salir al mundo sin el miedo que sientes a día de hoy.
Cuando empezamos a notar que nuestro círculo social es cada vez más reducido llegando en ser inexistente en muchos casos, sabemos que algo no va bien.
Podemos engañarnos relativizando el problema con frases tipo:
«Si tampoco estoy tan mal» «no debería quejarme porque hay gente que está peor».
Otro clásico es decirnos a nosotros mismos:
«No lo necesito», «la soledad es estupenda», «es mejor no tener amigos porque así no te traicionan»
Ambas opciones nos hablan de un enorme sufrimiento de las personas que se aíslan, en ocasiones por casi toda la vida.
Si es tu caso, no lo dudes… ¡Busca un psicoterapeuta y empieza a dar los pasos para poder cambiar tu vida!
Ir al psicólogo por malestar diario
Si la vida es gris o insulsa, como si no tuviese intensidad, valor o interés es hora de poner solución.
Cuando se establecen dinámicas como las que te comento, puede ser porque haya conflictos internos que se manifiestan en forma de ansiedad, fobias o simplemente desconexión con la vida misma.
Como profesionales sabemos que lo que se oculta bajo esa clínica en prácticamente todos los casos es miedo profundo.
Quizás no llegue a tener la intensidad como para asustarte, algo que te haría entrar en acción para solucionarlo, pero es igualmente destructivo.
Te invito a imaginar cómo sería el análisis de tu vida si te sintieras así por los próximos 10, 15 ó 20 años. Según numerosos estudios, pasan años desde que presentamos clínica hasta que tomamos la decisión de consultar. Es posible, que por este motivo, lleves esos 10, 15 ó 20 años esperando que la vida cambie.
Inicialmente te proponía hacer el ejercicio mirando al futuro, pero la realidad más probable es que si miras al pasado, lleves todo ese tiempo también. Y es normal, te animo a no entrar en la autocrítica destructiva del tiempo perdido ya que no va a hacerte ningún bien. Lo que te ha mantenido sin dar el paso de empezar terapia es el miedo, ya que una de las formas de gestionar el miedo es la pasividad.
Empezar tu terapia puede ser el primer paso para sentirte mejor.
Ir al psicólogo por Obsesión por el dinero
Junto con la salud, la falta de dinero es otra de las situaciones que nos pone, casi automáticamente, en modo supervivencia. Cuando pasamos por una mala racha económica o directamente vivimos con apuros, es frecuente que seamos incapaces de tomar decisiones a futuro. Ésto pasa precisamente por la sensación de riesgo consciente o inconsciente.
Nos encontramos con la dificultad añadida de que en nuestro país el acompañamiento emocional, para que sea con la duración y frecuencia que den calidad, es privado. De hecho, aunque no estemos en riesgo económico es una de las motivaciones (excusas) que refuerzan el miedo y las resistencias a empezar una terapia.
Yo te diría que si tienes dificultades económicas y quieres salir de ellas, una de las decisiones más importantes será la de hacer terapia, ya que es lo que te va a permitir salir del bucle de escasez.
Para vivir en abundancia, antes de pretender que se materialice en el mundo externo, habremos tenido que hacer una transformación del mundo interno que lo permita.
De lo contrario lamentaremos nuestra mala suerte una y otra vez. Deja de darle vueltas y pasa a la acción ya.
Ir a terapia por la preocupación de tus seres queridos por ti
Hay veces que antes de que la propia persona se dé cuenta de que requiere ayuda profesional, son los amigos, padres o pareja la que le anima a ir a terapia. Esto se da por el punto ciego que tenemos todos y que nos impide ver algunas cosas precisamente por tenerlas demasiado cerca.
Si alguien te a recomendado ir al psicólogo, y no tienes dudas de que lo que quiere es lo mejor para ti, busca un psicoterapeuta de confianza con el que, al menos, poder explorar aquellas dificultades que tengas.
Se trata de una situación difícil para decidir iniciar terapia debido a que no solemos fiarnos de nuestro entorno cuando nos hablan de nosotros. Nuestro Ego suele resentirse y nos pone en modo defensa, algo que nos impide aprovechar la oportunidad que esa persona (que nos quiere) nos está dando para mejorar.
Por una vez, ¡sáltate el Ego y confía!
Ir al psicólogo por Consumo de drogas
Como norma, si estás consumiendo drogas, de forma esporádica o habitual, hay algo que tu mundo interno te esta diciendo.
Son alarmas que si no atendemos es peligroso, tu cuerpo te esta diciendo algo que necesita que sanes, aunque aún no sepas ni tan siquiera lo qué es.
El consumo de drogas lo puedes estar justificando con multitud de pensamientos, e incluso, puede que muchos de ellos nazcan del propio efecto que tienen las drogas en el cerebro.
A partir de aquí, únicamente eres tú el que puede tomar la decisión de cambiar tu vida.
Uso de sustancias para afrontar ciertas situaciones
El uso de sustancias que alteran la percepción del mundo externo, o que inhiben ciertas reacciones internas ante situaciones estresantes, puede estar justificado, en momentos muy puntuales y siempre bajo control médico.
Pero cuando necesitamos una pastilla, una copa o un cigarro para realizar acciones cotidianas como salir a la calle, hablar con la gente o enfrentarnos a algo que nos dé miedo, es posible que necesitamos ayuda para no necesitar hacerlo así. Si sólo tapamos los síntomas no conseguiremos ir al origen del problema, de hecho, es muy posible que la situación vaya empeorando y cada vez se necesite consumir más para obtener el mismo efecto.
Así que si crees que la forma de afrontar ciertas situaciones estresantes te está llevando a hábitos dañinos para ti, ir a terapia puede ser la mejor decisión.
Si ya lo has intentado dejar de hacer multitud de veces, deja de seguir por el camino de no dejarte ayudar. Por lo menos, esa es mi recomendación.
Motivos más frecuentes para acudir a terapia
Sin anular todo lo comentado hasta ahora, los principales motivos por los que la gente acude a un profesional de la salud mental son:
Infografía cortesía de doctor anytime
Nada me ha funcionado antes
Hay muchos pacientes que llegan al Instituto Galene que han probado otras terapias y sienten que no les han funcionado, lo cual puede llevar a cierta sensación de no tener solución. Si te has oído decir
«lo mío no tiene arreglo», «total para qué»
te animo a modificar el discurso desde ya mismo… Es un tipo de posicionamiento que no te ayuda y que sólo te cuelga el cartel de víctima dificultando aún más el trabajo terapéutico.
Cuando hablamos de terapia o de psicoterapia, nos encontramos con una dificultad nominativa, ya que, una gran variedad de modelos terapéuticos se incluyen bajo el mismo término.
Llamamos psicoterapia a lo que realizan, psicoterapeutas de corte cognitivo-conductual, psicoanalítico, corporal, sistémica, humanista… y algunos de los conceptos pueden llegar a ser incluso contradictorios.
En el Instituto Galene realizamos Psicoterapia Humanista Integrativa, puedes leer más en el enlace… Para nosotros, tiene una importancia máxima crear una relación terapéutica fuerte que pueda sostener todo el proceso. Para ello, una de las claves será el respeto del paciente y sus ritmos como forma de posibilitar el cambio.
Por lo tanto, si has acudido a psicoterapia, y sientes que no te ha ido bien, te animo a no generalizar en todas las psicoterapias y que busques el modelo que más encaje contigo.
Si sientes que contigo no funcionará, te animo a romper con esa inercia y hacer por que sí funcione.
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